22 de enero de 2008

Lo que no te conté

Te miro. La miras.
El alcohol empieza a subir cada vez más y mas alto.
Te sonrío. Tú le sonríes a ella.
Sigues sin verme. Me río alto para intentarlo otra vez, pero no me escuchas.
Te pierdes y ella contigo.
Me pierdo...
El alcohol llega hasta lo más alto.
La música suena muy muy fuerte y me invita a bailar.



Bailo como si fuera la primera vez. Me gusta, me gusta mucho.
Mi cuerpo se cruza con el suyo. Y bailamos.
Él baila conmigo, pero yo lo hago contigo.
Te imagino. Te recuerdo.
Miro tus labios. Los acaricio de arriba a abajo con la yema de sólo dos dedos: índice y corazón. Pero mientras, voy acercando lentamente mi boca a la tuya.
Le beso suavemente y me separo. Pero sólo un poco, y muy rápido.
A él ya no le vuelvo a besar. Ahora, te beso a tí. Esta vez con los ojos cerrados. Mientras, te voy abrazando el cuello y no me aparto.
Me pierdo... pero esta vez, yo contigo.

3 comentarios:

X dijo...

Con la imaginación suficiente, todo campo es orégano. ;-)

Nube dijo...

Ainsss, la noche da para esas cosas y más :D

Principito Desencantado dijo...

Qué bonito es perderse en los labios de otra persona. Y después en su cuello, en su pecho, en su...

Besitos.