23 de octubre de 2008

Conectando desde otras tierras

No sé por dónde empezar. Escribo ahora sin un rumbo fijo, sin un guión en la mano ni orden lógico. Lo hago como reflejo de lo que creo que soy. Caótica. Desordenada. Visceral. Impaciente.
Tengo poco tiempo aquí para leeros, entre otras cosas, porque no dispongo de portátil. Tengo que pedírselo a mi compañera de piso o ir a la sala de ordenadores de alguna facultad.

Para seguir siendo sincera, el ordenador lo tengo en un segundo plano aquí. Demasiada gente que conocer, demasiados planes que llevar a cabo. Dicen que quien abarca mucho poco aprieta...pero es que sólo me apetece abarcar todo lo que alcanza mi vista. Me quiero apuntar al carro de querer pasarlo bien, querer estar con todos y con nadie (en el buen sentido de la palabra). Quiero ser i n d e p e n d i e n t e con todas las letras.

A la fuerza me haré una persona muy sociable si sigo con el ritmo de vida que llevo. Pero siendo sincera conmigo, de nuevo, sé que soy una persona tranquila, algo introvertida y amiga de unos pocos. Al final abarcar mucho nunca fue una de mis habilidades.

Aunque estoy cambiando...lo voy notando ya. No sé si será para mejor pero es un cambio que no me molesta. La seguridad se está filtrando en mis pulmones y si alguien me ignora, me da igual. Y si alguien me intenta ofender, yo ofendo. ¿El resultado? Gano respeto. Algo así como una ley de la calle. Que el ser buena no te lleva a ninguna parte. Al menos, no tan buena o no encauzándolo como lo estaba encauzando. Estoy retomando mi forma de ser de hace muchos años y me hace sentirme cómoda. Sólo que no quiero ser de nuevo esa chica dura, borde y segura de más (o aparentemente al menos).

No sé a qué viene lo que voy escribiendo, pero quería decirlo. Una vez más, impulsos.

Gracias a todos por seguir pasándoos y por vuestros comentarios que alimentan este egoblog ;). Me he pasado por vuestras casas pero de momento he optado por el sigilo y el hacer poco ruido. Aunque no os despistéis que cualquier día interrumpo mi silencio y otra vez más, la palabra revoluciona a mis labios sellados.

Yo seguiré por aquí alimentando mi sed de cambio. Y queriendo creer que alguien especial para mí pueda enamorarse (o encapricharse) de alguien como yo. Irracional, natural de más (a veces), y que probablemente causa poco misterio. Que ríe más que habla cuando no sabe qué decir. Se expresa peor hablando que escribiendo y se muerde las uñas cuando los nervios la acechan. Se siente atractiva pero vacía por dentro. O al menos, no sabe darle forma a muchas cosas de las que quiere hablar. Aunque luego piensa que tiempo al tiempo. Que hacía un año era un manojo de nervios inseguros. Ahora, alguien que se ha mudado a otro país por propia decisión.

Es ahora cuando echo la vista atrás y veo lo avanzado, lo que soy capaz de proponerme y todo lo que soy capaz de llevar a cabo.

Que continúe la función ;)

Oasis - Stand by me